Durante años me persiguió. Abriera el libro de arte que abriera, una página al azar y aparecía…
Su mirada me seguía hacia cualquier sitio en que quisiera esconderme.
Años después el destino me llevó a su casa pero no estaba, traslado por exposición temporal. La Haya no fue lo mismo sin ella, pero tal vez, algún día nos podamos encontrar…
No hay comentarios:
Publicar un comentario