lunes, 2 de junio de 2014

Mar de amor

Tal vez él no la llegó a conocer o tal vez si, a su modo, en un astral inteligible por todos, en ese espacio sin tiempo, ni edad, ni lugar, donde todo es posible, donde las almas predestinadas se encuentran, a pesar de las jugarretas del destino, a pesar de las trastadas de la vida. Y allí él la ha visto y la ha cogido en sus brazos, acariñando sus hermosos rizos rubios. Y ella, risueña lo mira ensimismada con sus ojos, inmensos y azules, como el MAR. Y en ese momento eterno, ellos han ganado la batalla  y han decidido encontrarse de ese modo exacto, a salvo de todas las miradas. Quizás él decidió adelantar su partida cuatro días para verse así y mecerse, juntos en su MAR de amor, en su espacio íntimo donde se unirán por siempre jamás como abuelo y nieta en un vínculo precioso que nadie más, desde fuera, nunca podrá ni tan siquiera imaginar.   Él sabe que su esencia perdurará en todos ellos, en V y su pequeño, en N, en el pequeño J y ahora sin duda, en M que llega cargada de cariño aún sin haber llegado, y se va tranquilo, en paz, sabiendo que su camino no termina sólo porqué algunos no podamos ver ya sus pasos y él, decidido, embarca hacia nuevos mundos… …con un hasta pronto en los labios.

2 comentarios:

  1. Siempre tengo el escrito en el buscador, la leo taaantos días! Me sigue emocionando muchísimo.

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